miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi confrontación con la docencia

Cuando inicié como docente, presenté mi examen de oposición con otros dos profesores y me eligieron. El comienzo fue atroz -desde el punto de vista administrativo-, pues quien era mi jefe inmediato deseaba que entrara otro de los profesores ¿se imaginan? Afortunadamente mi inexperiencia me permito concentrarme en mis alumnos remontarme a las circunstancias que me rodeaban en el momento que tuve la invitación a dar clases.
Yo estudié mi bachillerato en el Centro de Educación artística del INBA, ello le ofreció a mi vida una nueva perspectiva después de que estudie mi secundaria en la Técnica no. 1. Mi especialización la realicé en danza y para ese entonces yo tenía ya 3 años bailando en el grupo de danza folclórica de la casa de la cultura de Querétaro. Continuamente llamaban ahi para solicitar maestro de danza o de educación artística para las escuelas, quien era mi maestro Alfredo Ortiz Quiroz me preguntó que si no me interesaba trabajar dando clases de danza. Para ese momento yo impartía clases en una primaria de danza y de artes plásticas, esta primera experiencia fue muy frustrante pues yo no tenía ni la menor idea de lo que era un trabajo y tampoco como debía enseñar a los niños, cuando llega el ofrecimiento de mi maestro apenas comenzaba a entender que estaba haciendo, renuncié y me fui.
La solicitud era del plantel en el que actualmente me encuentro2 chicas y 4 jóvenes. Llegué a tener 100 alumnos, de diferentes niveles iniciales, intermedios, avanzados y los integrantes del grupo representativo. Me ofrecieron la oficina de difusión cultural y también llevé actividades interesantes al plantel, con dificultad, por la orientación tecnológica del mismo. Mi mayor satisfacción de esta etapa de mi docencia es la de haber gana 2 veces en el Concurso Nacional de Arte y Cultura de la DGETI en danza, además del reconocimiento de mis colegas a nivel estatal en la formación de mis bailarines, quienes al egresar se incorporaban a cualquier grupo de danza con solo mencionar que habían sido alumnos míos. Otra satisfacción fue el de promocionar la escuela en todos los foros en los que participábamos. Lo frustrante fue que un personaje importante en el concurso nacional, me acusó de acciones que eran falsas y difamo toda la trayectoria del grupo, la mía y la de mi plantel, y como está persona sigue dentro de la organización y en Dirección General aún con las pruebas de que mentía, le creyeron a él consideré la posibilidad de dejar esta actividad pues la única motivación final de los integrantes del grupo era ganar el Concurso estatal para ir al Nacional. Esa fue la primera razón por la cual la dejé, la segunda fue por salud en mi ritmo de trabajo yo tenía jornadas de 8, 10 o 12 horas dependiendo de los compromisos del grupo y mi médico me llamo la atención acompañada de una alerta en cuanto a mi salud; y la tercera fue que en ese momento mi hija ya tenía 6 años y sus necesidades iban en aumento y como el vestuario, utilería y escenografía se pagaban con mi salario ya no estaba en posibilidades de mantener los gastos del grupo y como en las escuelas no hay presupuesto para estas actividades no podíamos justificar el egreso; con todas estas circunstancia tomé la decisión y cerré el ciclo con una función de despedida a la que invitamos alumnos y egresados, fue una experiencia de encuentro y mi interesante, pues me di cuenta cuanto había cambiado mi forma de enseñar y como había desarrollado un estilo dancístico característico del CBTis no. 118...en esa ocasión bailaron 50 alumnos de manera simultánea en el escenario...doce años duró el grupo. Así que cerré el ciclo y dejé de dar clases de danza; eso nunca me lo han perdonado en el plantel ni el Director de aquel momento, ni mis compañeros.
En este momento yo me encontraba dando clases en el Bachillerato donde había estudiado en el nivel de secundaria y corría de una escuela a otra así que, solicité más horas de trabajo al Director, la respuesta fue que tenía que estar titulada para poder ayudarme, así que comencé a estudiar la carrera de pedagogía con compañeros que se dedican a la educación artística, impartiendo clases de música, teatro, artes plásticas y danza y no contaban con la licenciatura y la pedagogía eran una buena opción para todos. Cuando terminé, el Director del plantel de entonces todos los días antes de saludarme me preguntaba ¿ya se titulo?, todos los días, una vez que egresé me titulé en un año...le recuerdo con mucho afecto pues él fue mi impulso para estudiar y titularme, él es Dr. Ricardo López.
El título me permitió dos cosas, la primera tener más horas y quedarme en una sola escuela y la segunda comenzar a dar clases del aquel entonces tronco común. Y de ahí a la especialidad de puericultura hasta el día de hoy.
Algo muy frustrante al terminar mi carrera fue que yo tenía una etiqueta "la maestra de danza" y cuando comencé a dar clases "frente a grupo" y peor aún impartir o reproducir cursos no tenía credibilidad ante mis compañeros de trabajo. El día de hoy, 10 años después impartiendo clases de diferentes asignaturas y submódulos; y después de trabajar con los profesores del Componente de Formación Profesional para la Reforma del Bachillerato, ya tengo el reconocimiento los ellos, en mi plantel y en el estado, no sé, si de su totalidad, pero me lo han manifestado algunos de ellos, que eran los más incrédulos, así que, por eso, para mi es aun más importante.
A lo largo de estos 22 años, he encontrado apoyos y obstáculos en las diferentes administraciones del plantel entre lo que hacemos en el aula y las indicaciones y resultados que les piden a las administración, no hay congruencia. Me da la impresión que los cambios en la práctica educativa siempre rebasan a los cambios en la administración escolar y eso impide la secuencia y la congruencia de los que se hace en los planteles. Por dar un ejemplo el reglamento de evaluación para los planes de la Reforma del 2004 llegó como documento de trabajo y hasta ahora es que lo tenemos ya sin cambios.
Cada vez que me preguntó por qué sigo dando clases, las respuestas siempre son las mismas: primero, me gusta enseñar y observar y sentir como mis alumnos o los profesores con quienes he trabajado aprenden y crecen como personas; segundo, para mí es un reto hacer lo que hago, de una manera diferente, mejorar...hacerlo en menos tiempo con mayor precisión y con mejores resultados y tercera me encanta aprender y en ésta profesión nunca se deja de aprender pues el entorno, las circunstancias y los alumnos siempre están en movimiento.
"Cada vez que un alumno me recuerda y recuerda lo que yo le enseñé o lo que aprendió conmigo, yo trasciendo..."
Lupita

1 comentario:

  1. Lupita!

    Asi es, que bonito formar parte de este mundo donde trascender es inevitable, y seguir irresistible, me gusto mucho recordar tu escrito, y ademas darme cuenta que lo que se comenta no se olvida, como quedo tu estrategia?, si formas un grupo al igual que ya creaste tu bitacora o blog, te sera muy facil incorporar tu materiales, ligas de interes para tus alumnos ademas de mensajes, actividades tareas que deseees que tus alumnos realicen entre otras cosas!

    Un Megasaludo!

    Rossy Acosta

    ResponderEliminar